Descripción
RESEÑA:
Lamentablemente la palabra amante a las puertas del siglo XXI continúa siendo un enigma incomprendido, una palabra sacrílega, casi profana en cuanto a la moralidad impuesta por los “entes legales” sobre nuestra sociedad. Nada más lejos de su verdadero significado: Amor sincero, confianza, entrega total, rebeldía… y sobre todo lanza que “imperó” sobre tantos matrimonios fracasados que antepusieron promesas que nunca fueron cumplidas.
La inutilidad del espíritu quedaría palpable si así fuese, seriamos semejantes a un objeto que se abandona y acaba desechándose solamente. ¿Qué significado o sentido tendría el esforzarnos para algo irremediablemente caduco e inútil, sin una finalidad más altruista?
Nuestro raciocinio nos ha de servir para ello y como último rendirse ante las adversidades sin dejar de creer en nosotros mismos. Existe una palabra que solo podemos explicar desde el mismo momento en que el ser humano aprendió a hablar, pero que no por ello su concepto no existiera anteriormente para relacionarse entre seres a través de sus acciones y emociones desde su existencia primaria.
Multitud de ejemplos se reflejan en la historia para comprender el significado de esta palabra, confundida a veces entre sus dioses. Todavía, parece ser, que su aplicación se hace pobre y eficiente. El Amante en sí, debe de tenerlo en cuenta, de ahí que su condición sobresalga por encima de prejuicios y moralinas al respecto. Misión muy particular para eliminar velos que condicionen tan importante aplicación durante el tiempo que toque vivir.
AUTOR:
Pedro Lencina Lucas nació en Jumilla (1954) con formación académica básica y posteriormente complementaria de varios títulos:
Auxiliar administrativo, monitor socio-cultural, consolidación y restauración de espacios verdes, serigrafia, pantografía, comercial, etc.
Autor de cuatro libros:
Entrañas de mi Tierra (2017). Campiña, campiña (2017). Pasando (2019). Obras son amores (2023).