Descripción
“La séptima diferencia” es la historia de una persona “diferente” a través de la que se reivindica al derecho al respeto de los sentimientos de los demás, el derecho a sentir cada uno lo que siente ya que nos ha sido impuesto por la propia naturaleza sin que hayamos tenido la posibilidad de elegirlo, y que por el hecho de experimentar un sentimiento una emoción u otra nadie es mejor que nadie, en cualquier caso se es diferente pero no se es mejor, y esa diferencia es lo que nos enriquece y personaliza ya que de lo contrario seríamos clones como la oveja Dolly.
¿Quién establece la diferencia? ¿Quién ejerce el poder de discernir lo positivo o negativo que puede haber en la misma? ¿Son mejores por ser más numerosos aquellos que ostentan una determinada tendencia u opción sexual?
Hay mucho sufrimiento y dolor en el contenido de estas páginas en las que el protagonista cuenta el calvario en que ha consistido casi toda su vida, pero también se refleja en ellas la esperanza de que haya llegado el momento definitivo de decir basta.
Basta a la intolerancia, basta a la discriminación, basta a la cerrazón, a los prejuicios y escrúpulos de una sociedad hipócrita y homófoba que niega los más elementales derechos a un colectivo que lo único que pretende es sentirse plenamente integrado en esa misma sociedad que le humilla, le etiqueta y le niega el derecho a ser feliz y a la exteriorización de sus más íntimos sentimientos, esos sentimientos que precisamente configuran su forma de ser.
“La séptima diferencia” no es definitivamente un libro para homófobos, pero si un alegato a la homosexualidad que por ser tan antigua como el mundo, es tan natural como la vida misma y es así como debe contemplarse socialmente.